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Casos legales y medios CC en Paraguay

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El 10 de julio de 2012, apenas dos semanas después de la destitución de Lugo en Paraguay, varios periodistas pronunciaron en un comunicado “su enorme preocupación que, pese a las declaraciones de los nuevos funcionarios en favor de la libertad de expresión, la persecución ideológica ha llegado a los medios de comunicación y, particularmente, a las instituciones del Estado y al sistema público de medios”.

En este marco, y a sabiendas de los despidos, las persecuciones, las amenazas y las presiones sufridas por compañeros trabajadores del campo de la comunicación, AMARC ALC expresó también su más enfático repudio a cualquier práctica que suponga la restricción o limitación del ejercicio de la libertad de expresión y opinión en el Paraguay.

El portal de Reporteros Sin Fronteras publicó los nombres de ocho periodistas y profesionales de la comunicación que trabajaban en medios de comunicación públicos o eran empleados de la antigua administración y recibieron la confirmación definitiva de su despido el 12 de julio: Angelina Agüero Villalba (servicio de comunicación, Presidencia de la República); Daniela María Candia Abatte (Televisión Pública); Roque González Benítez (Secretaría de Información y de Comunicación para el Desarrollo); Fátima Elizabeth Rodríguez González (de la misma secretaría y productora de TV Pública y Radio Nacional); Carlos Héctor Troya Palacios (la agencia informativa IPParaguay); Rafael Alejandro Urza (fotógrafo, Presidencia de la República); Osvaldo Zayas (Secretaría de Acción Social); Tadeo Blanco (Secretaría del Ambiente)[1].

El mismo día de la destitución, el 22 de junio, los entonces directores de TV Pública e IPParaguay renunciaron a su cargo. Radios comunitarias afrontan desafío del nuevo escenario político paraguayo

En cuanto a las radios comunitarias, Agencia Púlsar de AMARC ALC realizó una entrevista a la subdirectora de Radio Viva, Miriam Candia, quién expresó su preocupación porque “las radios comunitarias verán dificultada la asignación de frecuencias”. En su momento, señaló que en el país “hay un cuestionamiento a los grupos mediáticos”. Para aquel entonces, la radio comunitaria Candela de Paraguay de Encarnación señaló que tres inspectores de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) intentaron realizar una supuesta “revisión técnica”, sin orden ni identificación en la sede de su emisora.

En relación a ello, a más de un mes de la deposición de Lugo, ocurrió otro hecho nefasto. El programa RedPública de Radio Nacional, que reunía el trabajo que realizan las emisoras comunitarias en el Paraguay, fue clausurado por el gobierno de Franco. Fue por ello que las radios comunitarias se pronunciaron en un comunicado[2] repudiando este hecho:

“Nosotras, Radios Comunitarias al servicio de nuestras respectivas comunidades y en el esfuerzo por un Paraguay con democracia participativa, nos dirigimos a la opinión pública nacional e internacional para expresar cuanto sigue:

- Observamos con mucha preocupación el acelerado deterioro de nuestra incipiente democracia. Lo que más lo hace preocupante es que la iniciativa proviene de la misma institucionalidad, con sus autoridades de turno, que hoy deberían protegerla y promover la plena vigencia y vigorización de la vivencia de los valores y principios democráticos.

- Son numerosos los hechos que denotan el elevado nivel de autoritarismo y ausencia total de pluralismo por parte de los partidos que hoy, por haber estado involucrados en la destitución del Pte. Lugo, se han repartido tajadas en la administración del Estado Paraguayo. Desde la ejecución de los macabros hechos acaecidos en Curuguaty como primer acto de un diabólico libreto que llevó en actos siguientes a la destitución de un Presidente legítimamente electo por voluntad popular mayoritaria, en las elecciones del 2008, por una simple mayoría parlamentaria y sin necesidades de pruebas acusatorias y sin necesidades incluso de defensa por parte del acusado, porque la sentencia incluso ya estaba escrita antes del mismo juicio.

- El despido por razones ideológicas de más de dos mil quinientos funcionarios públicos y la persecución ideológica de todos los que aún continúan en sus puestos de trabajo por el hecho de no pertenecer a las facciones partidarias que propiciaron el golpe parlamentario a la democracia paraguaya.

Como Radios Comunitarias comprometidas con la democracia, la tolerancia entre pensamientos diversos y la verdad, denunciamos una vez más el autoritarismo con que gobierna el presidente elegido por una mayoría parlamentaria, no por el pueblo, Federico Franco, ya que acaba de censurar al Programa REDPÚBLICA en la Radio Nacional, un programa cuyo perfil es el de estar abierto para la todas las voces del pueblo, especialmente de los sectores populares. La disidencia, la crítica a este gobierno y la participación popular no tienen cabida en la radio pública en adelante, REDPÚBLICA ya no estará al aire, vendrá un nuevo programa en el que anticipamos que la estrella mesiánica para el Paraguay no será otro que Federico Franco.

Todos los actos del gobierno actual nos recuerdan la dictadura reciente del Gral. Stroessner. Como Radios Comunitarias, nos preocupa la censura de un programa de radio, pero mucho más lo que esto representa, otro grave golpe a la dignidad del pueblo paraguayo y a nuestra democracia, por ello no renunciaremos en denunciar los atropellos que se cometan.

Las Radios Comunitarias firmantes exigimos, por nuestro afán de restaurar la democracia como el régimen que más nos conviene como sociedad, que este Gobierno reponga el programa REDPÚBLICA en la Radio Nacional AM, con el mismo equipo productor, el formato de siempre, sin condicionamientos de agenda y enfoque, sin censura.

¡Por la vigencia de la democracia representativa y participativa en el Paraguay y en el mundo!”[3].

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